sábado, 2 de abril de 2016

Tiempo suspendido de Inés Ramseyer

Tiempo Suspendido

Del 8 de abril al 8 de mayo de 2016
Inauguración, viernes 8 de abril a las 20:00 h. 
 
 
 
 
¨…Justo en esta compleja línea de cuestiones, hasta aquí comentadas, podemos afirmar que los trabajos fotográficos de Inés Ramseyer (Esperanza, Chubut, Argentina, 1944) se han transformado, en las últimas décadas, obsesivamente, en un permanente rosario de experiencias encadenadas, buscando convertir, a ultranza, la investigación fotográfica –potenciando en especial sus vertientes creativas-- en uno de los observatorios prácticos y reflexivos, hábiles para saber y detectar cómo las formas de mirar, construir e interpretar el mundo caracterizan, efectivamente, las claves básicas de las transformaciones de la visualidad contemporánea.


De ahí que, a partir de la explícita decisión de Ramseyer Dayer por poner en práctica determinadas experimentaciones tecnológicas sobre la imagen --moviéndose siempre más acá de los estrictos imperativos miméticos, para abrirse eficientemente a otros universos de expresividad-- haya potenciado la justificación personal de su versátil dedicación fotográfica. Actividad centrada en torno al estudio de las posibilidades estéticas existentes en el salto investigador --minuciosa y operativamente planteado y sostenido-- entre los supuestos hiperrealistas, habituales en el quehacer fotográfico, y toda una serie de “otros” nuevos contextos visuales, dirigidos a propiciar destacadas ficciones alternativas. De ahí nacen justamente sus Tiempos suspendidos.

Ficciones rastreadas, por lo común, a partir de la propia existencia cotidiana, por parte de Inés Ramseyer, mediante un acercamiento de rastreo sobre determinados elementos de la realidad circundante, que potencia los primerísimos planos obtenidos y los detalles mínimos de su sintaxis formal, con sus ritmos y movimientos congelados.

Pero sin olvidar nunca, tampoco, el protagonismo otorgado a las relaciones cromáticas, jugando máximamente con las luces y los contrastes armónicos, intencionadamente buscados, aunque, en determinadas circunstancias, sea también bienvenida la presencia del sobrevenido azar, asumido e incorporado, de inmediato, entre los protocolos de sus búsquedas estéticas.

Sus trabajos fotográficos se dan habitualmente en series, no excesivamente extensas, pero que vienen a usufructuar directamente, en sus estudiadas variaciones, los respectivos hallazgos y dominios planteados, siempre como racimos diferenciados de las respectivas experiencias pautadas.

Unas veces, por ejemplo, puede tratarse de rastrear, en tales series fotográficas, los zigzagueantes bordes curvados de un objeto de cristal, que se transforma en estricta geometría visual, ante nuestra sorprendida mirada, que viaja con el seguimiento de sus formas. Y, por esta vía, dedica además especial atención, efectivamente, al descubrimiento de las posibilidades que los encuentros entre el vidrio --con sus habituales transparencias y reflejos-- y la presencia de la luz y los colores dialécticamente propician, por lo común de manera exitosa, en sus cuidadas exhibiciones dinámicas frente al objetivo de la cámara, creando, con acierto --en esta estudiada tarea-- el punctum de definitivo acercamiento fotográfico a la categoría estética de lo maravilloso…¨
Román de la Calle
--Universitat de València-Estudi General--