Inauguración: Viernes 4 de noviembre a las 20:00h.
José Viasgranados. Jugar con el color.
Jugar con el color, añadir profundidad con diferentes matices, tonos y capas de texturas. Experimentar con la colocación y la silueta, la intensidad y la luz. En eso consiste esta exposición.
Usar el cromatismo como un medio de transmisión sensorial no es nuevo, pero en este caso, resulta tan violento y premeditado que llega a perturbar. No me cabe la menor duda de que el color tiene el poder distintivo de influir en nuestra actitud, y creo que coincidirá la mayoría en que la inclinación definida por el autor hacia tonos brillantes y vibrantes reflejan positividad, esperanza y deleite.
Los estallidos de colores parecen reflejar felicidad. Cuando uno piensa en colores optimistas, los tonos más comunes que nos vienen a la mente son amarillos, naranjas y rosas y rojos calientes. Enérgico y audaz, José Viasgranados los utiliza con la intención de elevar nuestros sentidos, así que pensamientos felices y momentos alegres nos vienen a la mente a través de estas obras descaradas.
Y no es tan fácil como parece. De todos los elementos del diseño visual, la forma en que afecta a los seres humanos psicológicamente el color, puede ser la más difícil de entender. A través de su atractivo sensual, el color puede mover la mente y las emociones de un espectador, y esta comprensión de la interconexión de los sentidos, el intelecto y las emociones es también, en sentido amplio, sinestésica. En la película de la BBC ¿Usted ve lo que veo? La ciencia de la percepción del color, la neurociencia y la biología evolutiva estudian los estados de ánimo y las reacciones asociadas con los colores, y vienen a concluir que las percepciones impulsan respuestas culturalmente construidas y arraigadas en la memoria colectiva del ser humano a través del tiempo. Sin saberlo, uno puede sentir una cierta predisposición hacia determinados colores o tener respuestas viscerales negativas hacia otros.
Me da la impresión de que José Viasgranados descompone los matices de sus obras en piezas de componentes que se asocian con sensaciones. Esta meticulosa atención al color por encima de la forma a menudo la desarrolla con un abrumador uso de uno o muy pocos colores. Sus paletas se mueven para alcanzar un primer plano proyectivo en la mente del visitante. Juega a la apelación sensual que afecta a la distancia emocional obra-espectador; se divierte con el uso del color en un diseño de conjunto con el fin de crear un mundo fantástico diferente.
Sí, sin duda el color puede establecer un estado de ánimo que está en consonancia con la acción o el conjunto que el pintor desea representar, y José Viasgranados artesanía meticulosamente su imaginería visual en el lienzo para que el público experimente una combinación sensorial de las formas y los colores. Una experiencia fascinante.
Joan Feliu
UJI/VIU/MACVAC